No es un buen año para cumplir 30. No es un buen año para cumplir nada. Es un año a descumplir.
Me he enterado hace un rato de la nueva incorporación que habéis hecho allí arriba. Me lo ha contado Ceci, y he estado leyendo sobre ello después. He sentido pena, mas de la que imaginaría, por Jobs, pero no puedo negar que envidio los años que ha «disfrutado». Regurgitar dolor no es la mejor manera de comenzar un jueves. He pensado en todo lo que habrías podido disfrutar en seis años. En todo lo que habríamos disfrutado contigo en seis años.
Según Byron «Siempre se ha dicho que aquellos a quienes los dioses aman, mueren jovenes», pero el propio Byron también estableció que «uno es más religioso en días soleados». No ha habido lugar para muchos días soleados este año. Todos han sido ensombrecidos por la pena, la duda, el miedo y la rabia. Evidentemente, no se cuanto amor son capaces de profesar los dioses, pero se me antoja complicado que ese amor sea comparable al terremoto que origina la pérdida.
Ignoro cuanto tiempo viviremos así, con el sabor agridulce que ahora tienen nuestras alegrías, al mezclarse con la inevitable lágrima que brota de tu ausencia en cada uno de esos momentos.
No se cuanto tiempo tardara este recien adquirido temor, por mis propios cimientos, en dejar de ser solo temor.
Desconozco el impacto que la rabia, huída a nuestro control, tendrá en las relaciones.
Ese es el lamentable balance de un año a descumplir: pena, duda, miedo y rabia.
Solo nos queda el movimiento. El inexorable aullar del viento llenando las velas de nuestro navío, arrastrando el casco hacia adelante, siempre adelante, sin pausa, sin demora, sin piedad. Solo nos queda mirar al horizonte, mientras reparamos la cubierta, en espera de aguas más tranquilas.
Pd. ( Lilí ): Se que viste esa dedicatoria, dedos al cielo, y se que ves esa chispa en los ojos de la diseñadora de cocinas. Se que, de una u otra forma, conseguiras hacerles felices.
Pd. ( a mis abuelos ): Ojalá pudiera explicaros. Ojalá pudiera saber que solo le he fallado a mi propia esperanza. Ojalá supiera que vuestro sacrificio, vuestro pesar, ya han sido honrados; y que mi renuncia a aquello que deseabais me duele más a mi que a vosotros. Cuidar de mi familia, por favor.
JLDG's 
leer tus cartas me hace bien, porq pones en palabras lo q a mi personalmente me cuesta horrores decirlo.
seguí escribiendo, yo al menos siempre las espero.
besos